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Salón Bolívar
Con sus fuegos rugientes, suntuosos tapices, santos louche y antigüedades, la antigua casa restaurada del siglo XIX de un exitoso propietario de hacienda es en sí misma una colección de la cultura, el arte y la gente de los Andes. La historia de nuestra hacienda de Otavalo es fielmente venerada pero reimaginada en broma con toques traviesos; mire de cerca y encontrará una cabaña en el jardín de Beatrix Potter, la puerta secreta de un villano de Bond y políticos pintados en un mural indígena.
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Hacienda Andina Histórica de 400 años
Hacienda Cusin es un patio de recreo para los sabios del mundo, un sueño asimétrico de rincones, rarezas y maravillas para explorar y despertar la curiosidad. Aquí hay un lugar para contemplar la vida, en una burbuja de paz inusual. Aquí, entre los minuetos de Chopin, el patio de establos de trabajo y los sillones y revistas colocados justo donde deberían estar, uno podría retirarse del mundo tal como lo conoce a uno completamente desconocido, donde cada hora de cada día tendría algo nuevo.
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Jardines perennes
Tómese un momento para explorar los cinco acres de hermosos jardines, donde la miríada de plantas y flores (buganvillas, jazmín, agapanto, hortensias, begonias, amapolas, geranios, dalias, prímulas, orquídeas, magnolia, lirios aztecas...) crecen durante todo el año, gracias a la constante clima y suelos ricos que alguna vez estuvieron cubiertos por lagos creados por la nieve derretida. Con su telón de fondo de la vecina Imbabura, de 15,000 pies de altura, nuestros jardines son un verdadero santuario de árboles, caminos empedrados, estanques, patios y sillas...
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El monasterio
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Jardines perennes