Los safaris tienen lugar temprano en la mañana y al final de la tarde, cuando los animales están naturalmente más activos. La clave de la experiencia es contar con un guía local de habla inglesa que trabaje con un rastreador de la comunidad local de Shangaan. Este dúo reúne sus conocimientos, experiencia y nuevas observaciones para maximizar sus observaciones de vida silvestre. No solo en términos de cuánto ves. Pero qué gratificante, informativa y divertida es la experiencia en general. Su guía suele ser un fotógrafo entusiasta y será consciente y considerado si su misión es capturar los avistamientos con la cámara.

Tu medio de transporte (o carro, como le gusta llamar a uno de nuestros guías) es un vehículo de juego 4 × 4 con lados abiertos con 3 filas de cómodos asientos individuales divididos en niveles. Por lo general, salís con un máximo de 8 invitados. Esto ofrece encuentros seguros pero cercanos con la vida silvestre. Los huéspedes se sientan en lo alto para «observar» mejor aves y animales. No hay nada que impida disfrutar de las vistas y, naturalmente, uno se siente más en sintonía con la naturaleza. En los meses de verano, se añade una capota de sombra para protegerse del sol africano, pero en invierno se abre al cielo para observar mejor las aves y las estrellas.

Su guía le ayuda a interpretar lo que ve. También se comunican con otros vehículos por radio para mantenerse en contacto con los avistamientos cercanos.

Sunset drinks are an integral part to being on safari. Your guide chooses a suitable beautiful spot, and you have time to climb off the vehicle to stretch your legs and enjoy a drink or two. Yes, it’s one of the iconic African memories of a safari. But that doesn’t mean that it won’t work its magic every time.

Several times a week, dinner in the camps is a heartier, campfire style meal served under the stars in a ‘boma’, a circular enclosure originally made from branches. The cosy, lantern-lit ambience recalls the early days of safari pioneers. Another authentic safari experience is dining out under the stars in a boma (an enclosed circular dining area) around the campfire. This usually takes place every 2nd night. The gentle flicker of lanterns, candle-light and a welcoming open fire truly conjures up what is magical about a safari.