Varias veces a la semana, la cena en los campamentos es una comida más abundante, al estilo de una fogata, que se sirve bajo las estrellas en una «boma», un recinto circular originalmente hecho de ramas. El ambiente acogedor, iluminado por faroles, recuerda los primeros días de los pioneros de los safaris.

Otra auténtica experiencia de safari es cenar bajo las estrellas en una boma (un comedor circular cerrado) alrededor de la fogata. Por lo general, esto ocurre cada dos noches.

El suave parpadeo de las linternas, la luz de las velas y una acogedora chimenea evocan realmente lo mágico de un safar