Tariq Boutique Hotel
Iglesia de Santo Domingo
Fue Juan Pizarro, hermano del conquistador, quien cedió a la congregación el terreno del templo aborigen, luego de haberlo recibido en la repartición de solares ocurrida en octubre de 1534.
El primer prior del convento de Santo Domingo fue fray Juan de Olías, quien vino a ocuparlo con un grupo de misioneros venidos desde México.
Su construcción le llevó varios años a esta comunidad, siendo finalmente consagrada oficialmente en 1633.
En 1650 el terremoto le causó graves daños a la infraestructura del convento, quedando intacto el incaico Coricancha. La reconstrucción demoró hasta 1680.
Hatun Rumiyoc - Piedra de los 12 ángulos
Aunque no es la piedra tallada en Inca con la mayoría de los lados o ángulos (hay una piedra de 13 ángulos en el lado opuesto del edificio, algunos dicen que hay una piedra de 14 ángulos, y en otros lugares de la región hay piedras con hasta 44 ángulos), pero es la piedra que tiene sus lados más claramente definidos y colocados juntos con tanta perfección. Es tan famoso por esta perfección como su todavía extraordinaria cantidad de ángulos, convirtiéndose en un símbolo de la habilidad de los canteros y arquitectos incas.
La piedra de los 12 ángulos en Cusco Perú también se ha convertido en un símbolo local y un objeto de orgullo para los Cusqueños y para el Perú en general, tal vez lo que atrajo a dos turistas de Chile (un vecino que invadió con éxito Perú y Bolivia por su riqueza mineral) para desfigurarlo.
Ahora tiene a alguien a quien vigilar permanentemente, así como a docenas de jóvenes locales que lo señalan por una pequeña propina.
Museu de Arte Religioso
La casona donde funciona el Museo de Arte Religioso fue construida sobre los muros del palacio de Inca Roca, y está situada a una cuadra de la Plaza de Armas. Durante la colonia perteneció a los marqueses de San Juan de Buenavista.
Sus colecciones están constituidas principalmente por cuadros de arte religioso y piezas religiosas que se exhiben en las habitaciones de la casa. Posee una de las mejores muestras de pintura cusqueña. Cuenta con importantes obras de Juan Zapata y otros maestros de la pintura andina. Muebles coloniales. Capillas coloniales en sus diferentes estilos. Salas decoradas y alfombradas. El Museo conserva doce lienzos anónimos en los que queda constancia de la magnificencia de la fiesta con sus altares, andas y carros procesionales adornados profusamente, así como de la concurrencia de un público muy diverso entre los que se observan indios, mestizos, plebe y nobleza. Pero además el Museo del Palacio Arzobispal, alberga la llamada serie del Zodiaco: nueve cuadros que se atribuyen a Diego Quispe Tito y en los que el artista indígena adapta las casillas y signos del zodiaco a parábolas que a su vez se relacionan con los meses del año.
Capilla de la Sagrada Familia
La iglesia de Jesús María y José, a la que también se le llama “Sagrada Familia”, se construyó entre 1723 y 1735. Está junto a la Catedral, a su torre del Evangelio, y es una magnifica construcción de piedra. La fachada es lisa, casi herreriana. La portada es un arco de medio punto entre dos fuertes columnas salomónicas, con capitel corintio; la calle central continúa en un frontón partido que da paso a una ventana coral. Las calles laterales, a su vez, se dan entre columnas como las ya vistas y cada una alberga un nicho vacío. Viene luego un friso con los monogramas de Jesús, María y José, coronándose el edificio con dos espadañas de tres ojos y otras tantas campanuelas. Al centro hay aun gran ático que contiene, en un nicho grande, a Dios, y abajo a la Sagrada Familia; en nichos laterales están santa Ana y san Joaquín, los abuelos maternos de Jesús.
Museo Inca
Es una de las más notables casonas coloniales cusqueñas. Edificada a principios del siglo XVII, con piedras incas, por el teniente corregidor Francisco Aldrete Maldonado, llamado el Almirante este la habitó hasta su muerte en 1643. Reconstruida por Pedro Peralta de los Ríos luego del terremoto de 1650 y nuevamente fue restaurada por la Universidad San Antonio Abad del Cusco después del terremoto de 1950. Actualmente ostenta el escudo de armas de sus reconstructores, que agregaron la atractiva portada plateresca que hoy luce, así como su gran patio de arquerías y los salones artesonados.
Reúne una vasta colección de keros (vasos ceremoniales de madera tallada), tejidos, momias, e idolillos en oro y plata sólidos, así como armas, herramientas y cerámica inca. Su arquitectura muestra la fastuosidad de la colonia, como el balcón exterior cuya columna central tiene la forma de cariátide. Pertenece a la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco y posee una envidiable colección de piezas arqueológicas de la cultura Inca.
Catedral de Cusco
La Catedral del Cusco es uno de los más hermosos y significativos monumentos de América. Construida entre los años 1560 y 1664 sobre el Quishuarqancha, antiguo palacio del inca Huiracocha, con enormes bloques de piedras traídas de Sacsayhuaman, esta histórica pieza es también considerada Patrimonio Cultural de la Nación y reúne una combinación de características únicas como su estilo gótico, barroco y renacentista.
Cuando los españoles llegaron a la ciudad, pidieron la creación del Obispado del Cusco a cargo de Fray Vicente Valverde, es por esta razón que comienzan a construirse las iglesias en la ciudad. Sin embargo, la construcción de la catedral demoró más de 100 años debido a los emplazamientos que tuvieron para posicionarla. Primero se levantaría sobre el sitio que hoy ocupa la iglesia del triunfo, luego en la zona de Cusipata por su amplitud, para finalmente adquirir en 1553 los terrenos del Quishuarqancha.
Convento de Santa Catalina
El recinto que actualmente ocupa este museo, fue llamado en la época Inca el Acllawasi o Casa de las Escogidas. En él se recluían a las mujeres más bellas del imperio, las que debían dedicarse unas al culto del sol y otras al servicio del Inca, así como a labores de textilería y al arte culinario.
El Monasterio de Santa Catalina fue fundado en 1601 en la ciudad de Arequipa, pero pronto fue trasladado al Cusco a causa de una serie de devastadoras catástrofes naturales que sucedieron en esa ciudad a comienzos del siglo XVII. La iniciativa de la fundación pertenecía a la viuda doña Lucía Rivera de Padilla, poseedora de una gran fortuna. En febrero del 1605 llegaron al Cusco las primeras 25 monjas profesas.
El museo ofrece una exquisita arquitectura colonial que corresponde a las últimas etapas del renacimiento, con presencia de arquerías de estilo romano. Cuenta con pinturas de la escuela cusqueña de los siglos XVII y XVIII, enormes tapices de la época colonial y, resaltando todo, la sala capitular donde se puede admirar el colorido de las pinturas coloniales.
Plaza de Armas de Cusco
Cuenta la leyenda que Manco Cápac y Mama Ocllo llegaron hasta aquí después de recorrer muchos kilómetros buscando el lugar correcto para crear el incanato. Les había enviado el dios Inti, padre de Manco Cápac, quien les ordenó que llevaran una vara de oro y, en el terreno en el que esta se hundiera, era donde se tenía que fundar la nueva ciudad.
Cuando Manco Cápac y Mama Ocllo llegaron a Cusco, el lugar donde ahora se encuentra la Plaza de Armas era un pantano. La vara de oro se hundió aquí y los fundadores del Imperio Inca comenzaron a preparar el terreno para construir lo que sería su capital.
El inca Sinchi Roca, sucesor de Manco Cápac, ordenó el secado de este pantano para transformar el lugar en el centro administrativo, cultural y religioso de lo que sería el gran Imperio Inca.
Yacimiento de Qenqo
Los conjuntos que describimos fueron, sin duda, santuarios muy importantes para los incas. A pesar de la destrucción que sufrió este complejo durante la colonia, lo que se puede apreciar actualmente dentro de él, aun es impresionante y colosal.
La Sala de los Sacrificios
Cámara subterránea, hecha en la parte interna, porcion baja del gran roquedo, de tal manera que suelos, techo, paredes mesas y alacenas estan labrados en una sola roca gigantesca. Se dice que esta cámara subterránea, pudo haber sido utilizada para embalsamar cadaveres de los orejones, y tambien como lugar de sacrificios humanos y de llamas.
Intiwatana y Observatorio Astronómico
Ubicado en la parte superior del gran roquedo, constituido por dos prominencias pétreas de forma cilíndrica que se yerguen verticales sobre un pedestal cuasi elíptico, todo in situ labrado en la parte superior de la roca. El uso de los intiwatanas (donde se amarra el sol) durante el incario es hasta ahora un enigma. Se presume que era una especie de observatorio astronómico, que los hamautás utilizaban para medir el tiempo, para establecer las estaciones, determinar los solsticios y equinoccios, y también, como Adoratorio donde se rendía culto al Sol, a la Luna, a Venus y a las estrellas.
La Canaleta Zigzagueante
Esta sobre el gran roquedo y muy cerca al Intiwatana. El zigzagueante canal parte de un pequeño hoyo y se desplaza hacia abajo en plano inclinado y linea quebrada, que luego se bifurca, una de estas ramas conducia el liquido hasta la Camara subterranea o Sala de Sacrificios (según el historiador cusqueño Víctor Angles). El líquido pudo ser chicha consagrada ó sangre de seres sacrificados para los dioses.
El Anfiteatro
Se trata de una enorme área semicircular de 55 m. de largo, con 19 hornacinas incompletas, distribuidas a lo largo del muro. Durante el incanato este lugar fue un templo para ceremonias públicas. Por delante del área libre, se encuentra un gran bloque de piedra de 6 m. de altura que descansa sobre un sólido pedestal rectangular. Tiene hornacinas distribuidas alrededor del anfiteatro a manera de asientos, pero de acuerdo a investigaciones recientes, es muy probable que en realidad hayan sido las bases de un gran muro, ubicado en cada uno de ellos, la representación de una entidad a la que rendían culto.
Iglesia de la Compañía de Jesús
La primera fundación de la iglesia se efectuó el 17 de Julio de 1571, por orden del Virrey Francisco de Toledo, a iniciativa del padre provincial Jerónimo Ruiz de Portillo. En esta obra participaron alarifes de la misma iglesia, entre ellos el Padre Arquitecto Juan Ruiz.
El años de 1619, la Congregación Jesuita inicia la construcción del Colegio de San Bernardo, logrando concluir la edificación, cuya característica principal fue un techo a dos aguas con armaduras de cedro, traídas desde Amaybamba.
En 1651, se da inicio a la Capilla de Nuestra Señora de Loreto (llamada también de Indios), concluyéndose esta obra en tres años. En 1654, se inicia los trabajos de edificación de la Iglesia de la Compañía de Jesús, concluyéndose en 17 años, con participación de muchos arquitectos y alarifes.
La Iglesia de la Compañía de Jesús, en su interior, posee una sola nave donde resalta al fondo el imponente altar mayor tallado con estilo híbrido en cedro y completamente dorado con hojas de oro. Mide 21 metros de altura por 12 de ancho y en la porción central del altar se halla la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción, más arriba un lienzo representando la Transfiguración de Jesús. La nave principal ostenta además un transepto que comunica con las dos capillas laterales, seis altares con diversos estilos y un púlpito totalmente dorado; hacia los costados del altar mayor se hallan otros 4 altares de cedro, tres de ellos dorados y bastante ostentosos.
Vale la pena mencionar los lienzos que representan la vida del fundador de la Orden, San Ignacio de Loyola, pintados por Marcos Zapata y su ayudante Cipriano Gutiérrez.