Compartiendo la isla de La Española con Haití, la República Dominicana no es el típico destino caribeño. Dotado de las idílicas playas y aguas color aguamarina por las que el archipiélago es famoso, sus características geográficas y culturales únicas son lo que lo distingue. Desde su vibrante y rítmica música merengue y su gente cálida y hospitalaria hasta sus solitarias tierras bajas desérticas y el antiguo arte rupestre taíno, sin duda mantiene a los viajeros alerta con sus diversas ofertas. Hay mucho que hacer, ver y explorar aquí: tomar el sol en playas exquisitas, hacer snorkel, bucear y observar ballenas a lo largo de la costa. Experimente la fauna y la flora de la isla en tours de ecoturismo, baile toda la noche en los clubes de las numerosas ciudades cosmopolitas, disfrute de la fabulosa cocina local y juegue al golf en campos de primera clase.