Perú es famoso por el sitio arqueológico sagrado de Machu Picchu, visitado cada año por decenas de intrépidos excursionistas que se enfrentan a las arduas laderas del Camino Inca para explorar las antiguas ruinas. Las atracciones del país van mucho más allá del encanto místico de este legendario lugar e incluyen playas rodeadas de palmeras, pintorescos pueblos andinos y tesoros arqueológicos que son anteriores a Machu Picchu por cientos de años, todos imbuidos de la rica mezcla de culturas indígenas y coloniales de la nación. Igualmente tentadores son los lugares exóticos de la selva amazónica de Perú; los magníficos restaurantes, la exquisita arquitectura y la efervescente vida nocturna de Lima; las brillantes aguas rodeadas de montañas del lago Titicaca; y la vibrante ciudad de Cusco, conocida por los incas como «el centro del mundo».
Un paisaje lunar se encuentra con el océano en Paracas, un pequeño pueblo de playa en la península de Paracas, en el sur de Perú. Los acantilados de Stark caen en el océano y los promontorios escarpados salen al mar, ofreciendo una residencia frente a la playa a las manadas de aves marinas de la zona. Muchos visitantes viajan a Paracas para disfrutar de las playas y las ventajas de una ciudad turística, sin embargo es la reserva marina adyacente y las islas periféricas que más intrigan a los viajeros, ofreciendo la oportunidad de ver pingüinos, leones marinos, delfines y focas en su hábitat natural. No te pierdas el Candelabro de Paracas, un geoglífico místico grabado en la roca y que data del 200 a.C.


