Llegada al Aeropuerto de Roma-FCO, recepción por su guía acompañante y traslado privado a su lugar de alojamiento en la ciudad.
Resto del día libre para descansar del viaje.
Roma, o la Ciudad Eterna, conocida así gracias a los numerosos e importantes monumentos que en ella se hallan y que han pervivido desde el antiguo Imperio Romano, es una de las capitales con más historia de Europa. Conforme se va acercando a la ciudad desde los aeropuertos de Fiumicino o Ciampino, sorprende la majestuosidad de la piedra y el mármol que recubren sus edificios en grandes bloques. Gran parte de aquellos que miran entusiasmados hacia cualquier rincón que abarca sus ojos planea pasar en la ciudad el tiempo que creen suficiente para visitarla.



Desayuno y encuentro con su guía y su chófer para iniciar la visita de la ciudad de Roma. Podría decirse que Roma inventó un tipo de belleza única: la de la magnitud y el poder, la decadencia, lo antiguo e histórico, a veces malbaratado, descuidado, intenso. La belleza de los colores cálidos de sus paredes, los fríos de sus piedras y estatuas, las paletas de sus numerosos cuadros repartidos entre tantos museos, pero también en sus platos, sus helados, sus callejones y sus vespas, traqueteando entre adoquines. Un paseo por Roma es un viaje al pasado donde se pueden conocer de primera mano las reliquias heredadas de sus diferentes épocas de máximo esplendor: el foro romano, el Coliseo, el Panteón de Agripa, el arco de Constantino, la plaza de España, la fontana di Trevi, el Templo de Adriano... Durante la visita almorzaremos en un restaurante de la ciudad.
Un paseo por el Campo dei Fiori, las cerca de mil iglesias de la ciudad y las verdaderas obras de arte que en ellas se esconden, además de espacios de arte que son, a la vez, lugares rebosantes de naturaleza que merece la pena admirar.



Desayuno en el hotel. A la hora convenida, encuentro con su guía para visitar los Museos Vaticanos. A través de las más de 2000 estancias que albergan la prestigiosa colección de este museo excepcional, se maravillará ante la vista de la Capilla Sixtina, uno de los monumentos más famosos y visitados del mundo. Encargada en el siglo XV por el papa Sixto IV es el ejemplo más emblemático de patrocinio papal durante el Renacimiento y le garantizamos, gracias al genio de Miguel Ángel, que disfrutará una experiencia inolvidable. Posteriormente, salida de Roma junto con su guía y su chófer para salir en dirección a Florencia, en la Toscana. De camino, disfrutaremos de una parada para almorzar en Orvieto y poder disfrutar de este magnífico emplazamiento a su aire.
Cerca de donde se desdibujan los límites entre la bella región de Umbria y la famosa Toscana se levanta esta impresionante ciudad. Orvieto es una de las joyas medievales de la región. Se encuentra enclavada sobre una gran roca volcánica, de más de 50 metros de altura, desde la que domina todo el valle alrededor.



Desayuno en el hotel y visita de la ciudad de Florencia, cuna del Renacimiento, con la Galleria dell’Accademia y la Galleria degli Uffizi incluidas.
Florencia es una ciudad especialmente agradecida para visitar porque resulta abarcable y es, en gran parte, peatonal. La pintoresca Florencia es una de las ciudades más conocidas del mundo. Durante muchos años, ha sido la cuna de la cultura y del arte, lugar de nacimiento de las grandes figuras del Renacimiento y de la historia de la humanidad.
La ciudad vio nacer a Dante Alighieri, padre de la Divina Comedia. Boccaccio, escritor y humanista italiano, dio forma a sus obras en la Florencia del siglo XIV. Pero sin duda, los personajes más importantes que nacieron y vivieron en Florencia fueron Miguel Ángel Buonarroti y el genial Leonardo Da Vinci. Gracias a las obras y maravillas arquitectónicas de estas figuras florentinas, la ciudad recibe cada año miles de turistas que eligen la capital toscana como destino para sus vacaciones. Almorzaremos en un restaurante en Florencia.



Desayuno en el hotel y salida del hotel hacia Venecia. De camino, además de disfrutar de un almuerzo, podremos detenernos para dar un paseo guiado por la ciudad de Padua.
Padua debería ser una parada obligada para los amantes del arte y, en particular, de la arquitectura: el majestuoso Palazzo della Ragione, el salón más grande del mundo; Prato della Valle, un campo pantanoso convertido en plaza monumental; o las salas ricamente decoradas del histórico Caffè Pedrocchi son solo algunos de los ejemplos de las desconocidas maravillas que esta pequeña ciudad véneta tiene que ofrecer, en la que aún es posible disfrutar del mercado local en las plazas de la ciudad, saborear un café con vistas a un palacio de la Edad Media o relajarse dando un paseo por sus murallas, ahora convertidas en paseo ajardinado. Entre la romántica Verona y la fascinante Venecia, Padua ofrece un cóctel autóctono de elegancia y autenticidad, un sorbo de la dolce vita véneta.



Desayuno en el hotel y encuentro con su guía para iniciar visita de Venecia, con la Basílica de San Marcos, y de las islas vecinas de Murano y Burano.
Si una encuesta preguntara a la gente cuáles son las ciudades más románticas del mundo muy seguramente saldría Venecia en las primeras posiciones. Venecia se ha ganado por derecho propio este título y es que el encanto que destilan sus puentes y canales la han convertido en uno de los destinos más visitados del mundo. Situada en el noreste de Italia, la ciudad se erige sobre un conjunto de islas a orillas del Mar Adriático.
Un paseo en góndola por sus canales, ya sea solo o en compañía, es una experiencia mágica para descubrir los rincones más bonitos de la capital del Véneto. Almuerzo en Venecia durante la visita incluido.
El famoso Vaporetto conecta el casco histórico de la capital veneciana las diferentes islas de la laguna; Murano y Burano son las más conocidas y encantadoras. Murano es famosa en todo el mundo por sus talleres dónde aún se fabrica el cristal de manera artesanal. Burano destaca por sus casitas humildes pintadas de colores brillantes. Regreso al hotel.



Desayuno en el hotel.
Salida de Venecia con destino Bolonia. De camino, parada para almorzar en Verona y visitar esta magnífica ciudad.
Gracias a su ubicación geográfica, Verona fue en época romana un centro urbano del que aún hoy se conservan huellas importantes como la Arena o el Teatro Romano, el Arco dei Gavi o la Puerta Borsari, hasta llegar a la zona arqueológica de la Puerta de los Leones. Invadida y ocupada durante un largo período por los bárbaros, la ciudad vivió su período de máximo esplendor bajo la familia Scala (siglos XIII-XIV). No se puede concluir sin mencionar la Verona de Shakespeare y a la tragedia que escribió en torno a Romeo y Julieta, posee uno de los balcones más conocidos del mundo: el de Julieta.
Continuación hacia Bolonia y alojamiento (1 noche) en el Hotel Internazionale Bologna 4* en habitación Clásica con desayuno incluido.



Desayuno en el hotel. Día completo dedicado a descubrir la región del Chianti, degustando sus productos y platos típicos, además de sus vinos, por descontado.
Una Toscana aún más sugerente aguarda en Chianti, la región vinícola que une Florencia y Siena, donde cada pueblecito tiene una historia y cada carretera regala paisajes de cerros silenciosos, verdes en primavera, quemados por el sol en verano, multicolores en otoño. Chianti y sus borghi íntimos, alegres, como Monteriggioni, Greve in Chianti, Gaiole in Chianti o San Gusmé, tienen un encanto prodigioso a cualquier hora del día y de la noche. Y no solo eso: en ellos se destila la autenticidad de los toscanos de hoy. No sería difícil encontrar algunos cantando asomados a una ventana y acompañados por la ambrosía de este lugar, el vino tan amado que aquí se produce. Disfrutaremos de un almuerzo en algún lugar de estos pueblos.
Tras la excursión, llegada y alojamiento en el Borgo San Luigi Hotel 4* en habitación Clásica en régimen con media pensión incluida. Cena en el hotel.



Encuentro con su chófer y su guía para salir a visitar las localidades toscanas de Siena y Montepulciano, con degustación de vinos incluida.
Entre viñedos y cerros, la Toscana nos transporta a otra época con su encanto más precioso, la medieval Siena, que tuvo su auge con la República (1127-1555), antes de sucumbir a la aborrecida Florencia, la prueba es la muralla que controla y «limita» el casco histórico. La rivalidad se remonta a la batalla de Montaperti de 1260 y sigue viva todavía; basta con preguntar por Florencia a un sienés auténtico para que arrugue el entrecejo. Siena es un laberinto sublime en que cada callejuela de ladrillos rojos invita a proyectarse en un mundo encantador.
Tras almorzar en Siena, continuamos con Montepulciano, un coqueto pueblo enclavado en ondulantes colinas al que podrá escaparse para disfrutar de un relajante descanso entre excelentes vinos y tradiciones ancestrales. Tras la visita, regreso al hotel y alojamiento. Cena en el hotel.



Encuentro con su chófer y guía para salir nuevamente de visita, pues aa es hora de volver al Renacimiento, en el extraordinario pueblo blanco de Pienza.
Extraordinario porque nació por expreso deseo de un papa, Pío II, que quiso reunir todos los conocimientos humanistas en una ciudad ideal, alejada del caos y de las luchas. Aunque no se completó el proyecto, es evidente la perfecta planificación urbana, que preveía también una catedral asombrosa. Sin embargo, como ocurrió con la torre de Pisa, el terreno no soportó el peso de la ambición humana, y tanto el suelo del ábside como del crucero todavía se inclinan hacia abajo. En efecto, en la soberbia región de la Toscana, los deseos orgullosos de los seres mortales, carentes de base firme, al final tuvieron que ceder ante la potencia plácida de la naturaleza. Almuerzo en Pienza.
Cena en el hotel.



Desayuno en el hotel.
A la hora adecuada, encuentro para salir de regreso a Roma. De camino, nos detendremos para almorzar en Asís y visitar su Santuario, la ciudad de los santos San Francisco y Santa Clara, símbolo de un mensaje de paz que se respira a cada paso por sus hermosas calles. Asís es una joya de Umbría en la provincia de Perugia, suavemente enclavada en las laderas del monte Subasio. Protegida por una imponente muralla, conserva perfectamente las características de un típico pueblo umbro.
Está dominada por dos de sus maravillas, la gran Basílica de San
Francisco y la enorme Rocca Maggiore.
Continuación hacia Roma, llegada y resto del día libre para descansar del trayecto.



Desayuno en el hotel.
A la hora convenida, encuentro con su chófer y su guía para visitar las terrazzas de Roma, los mayores y fascinantes miradores de la ciudad, tales como el Gianicolo, el Pincio o el Aventino, desde los cuales se contemplan los más increíbles y memorables paisajes de la Ciudad Eterna. Almuerzo en un restaurante recomendado en Roma.



Desayuno en el hotel.
A la hora adecuada, encuentro con su chófer en la recepción del hotel y traslado privado al Aeropuerto de Roma-FCO para tomar su vuelo de regreso.