Las vacaciones en Polinesia comienzan en Tahití. Esta isla tiene una marcada dualidad entre modernidad y tradición. La mayor parte de la actividad económica polinesia se concentra en la capital, Papeete, y su famoso mercado es una visita obligada.
Tahití tiene la cumbre más alta de la Polinesia - el monte Orohena, que ofrece espléndidas oportunidades para el senderismo. También hay que ver el valle de Papeno'o, el más grande de la isla y por lo tanto de la Polinesia. Tiene muchos tesoros naturales como el río Vaitu'oru y muchas cascadas increíbles.
Varios sitios hacen posible que la historia de Tahití persista, como el Marae Arahurahu, un altar dedicado a las divinidades ancestrales. El legendario museo Paul Gauguin nos da una verdadera referencia cronológica de la agitada vida del pintor gracias a varias exposiciones.
Moorea, la isla hermana de Tahití tiene la puesta de sol a sus espaldas. Se erige como un genuino refugio para todos los habitantes de Tahití que buscan algo de tranquilidad y descanso. Las ballenas y sus crías son visibles frente a la costa de Moorea entre julio y octubre.
Conocida por sus plantaciones de piña de gran calidad, Moorea está llena de espléndidos paisajes y exuberante vegetación, maravillosos ríos y cascadas. Se recomienda una parada en la fábrica y destilería cercana para probar los deliciosos productos locales.
Una majestuosa isla volcánica, como una reina rodeada por sus súbditos, Bora Bora tiene la laguna más extraordinaria del mundo. Caracterizada por un tipo único de geología, es mitad isla y mitad atolón.
Esta espléndida isla es ideal para hacer picnics en un Motu (islote) de arena blanca y para disfrutar de muchas experiencias polinesias. Se sugieren varias actividades como excursiones en helicóptero, excursiones en 4x4 en la isla principal para descubrir todos los tesoros históricos y naturales de esta isla conocida como la Perla del Pacífico Sur.
Rangiroa significa "cielo inmenso" y es el segundo atolón más grande del mundo. Es conocida internacionalmente por su laguna y su excepcional y abundante fauna marina: delfines, tiburones, peces y ballenas en temporadas específicas. ¡Un verdadero paraíso para los buzos!
Es posible visitar la encantadora isla de los pájaros para observar múltiples especies salvajes de las que algunas ya son raras. También se recomiendan otros sitios como la iglesia de Otepipi o Marae (antiguo templo sagrado al aire libre) o Motu (islotes de arena blanca) del arrecife de coral del noroeste. Por último, no se pueden perder un viñedo está situado en medio de un cocotero donde las viñas crecen en el borde de la laguna.
Traslado al aeropuerto de Rangiroa para tomar su vuelo a Tahiti.
Conexión el vuelo internacional a su próximo destino.
Fin de nuestros servicios.
