Este barrio bohemio está protegido por la UNESCO y es famoso por sus casas de colores arcoíris, su arquitectura colonial y sus calles empedradas. Los visitantes de este distrito histórico definitivamente deben usar zapatos cómodos, ya que la mejor manera de explorar las iglesias, cafeterías y bares de música es a pie. El distrito explora la influencia africana en el patrimonio brasileño como en ningún otro lugar de la región.