Como uno de los destinos más importantes del mundo para la observación de la vida silvestre, este islote volcánico del grupo de las Islas Galápagos es un terreno ideal para los amantes de la naturaleza. Charles Darwin fue famoso por escribir su obra seminal, 'El origen de las especies', después de presenciar el verdadero tesoro de maravillas naturales exhibidas en este extraordinario archipiélago. Darwin estaba tan intrigado por los paisajes únicos, las coloridas formaciones rocosas y la fauna exótica de estas islas que nombró uno de sus islotes más inusuales en honor de su amigo cercano y compañero naturista, Sir Bartolomé James Sulivan. Hoy en día, la isla de Bartolomé no es menos fascinante que fue en 1835 cuando Darwin llegó por primera vez. Los visitantes suelen nadar y bucear alrededor del emblemático Pinnacle Rock, donde son tratados con un impresionante mundo natural de pingüinos, tortugas marinas, tiburones de arrecife de punta blanca y otras criaturas marinas, muchas de las cuales no se encuentran en ninguna otra parte de la tierra.