La Ciudad Vieja de Jerusalén es una zona amurallada ubicada en Jerusalén Oriental, que alberga varios sitios importantes, a saber, la Iglesia del Santo Sepulcro para el cristianismo, el Monte del Templo y el Muro Occidental para el judaísmo, y la Cúpula de la Roca y la Mezquita de al-Aqsa para el Islam. El Imperio Otomano construyó las murallas y puertas existentes de la Ciudad Vieja entre 1535 y 1542. En 1981, la Ciudad Vieja, incluidas sus murallas, fue inscrita como ciudad santa para el judaísmo, el cristianismo y el islam en la Lista del Patrimonio Mundial.