El contraste entre la Vieja y Nueva Delhi es sorprendente. Nueva Delhi se extiende con amplias avenidas arboladas y majestuosos edificios gubernamentales, mientras que la Vieja Delhi, conocida históricamente como Shahjahanabad, es una histórica ciudad amurallada de calles estrechas y arquitectura de la era mogol. Fundada por Shah Jahan en 1639, la ciudad se centra en el Fuerte Rojo, una enorme fortaleza de arenisca roja que sirvió como residencia y centro administrativo de los emperadores mogoles. Cerca de allí, Jama Masjid se alza con tres cúpulas y altísimos minaretes, y su patio puede albergar a miles de fieles. Desde la mezquita, Chandni Chowk se extiende como un laberinto de calles donde los rickshaws se entremezclan entre comerciantes de especias, joyeros y vendedores de comida. En las callejuelas hay havelis descoloridos, templos jainistas e hindúes, el Sikh Gurudwara Sisganj, el mercado de especias de Khari Baoli y los bazares cubiertos.