Situada entre colinas volcánicas, Edimburgo, la capital de Escocia, está dominada por su icónico castillo y un horizonte de torres, cúpulas y torres. La ciudad es un tesoro arquitectónico, con elegantes terrazas georgianas y monumentos de finales de la Edad Media que cautivan incluso a los entusiastas más exigentes. Los visitantes pueden pasear por la famosa Royal Mile, descubrir joyas ocultas como el Jardín Cerrado de Dunbar o explorar las divertidas ilusiones ópticas de la Cámara Oscura. Los amantes del whisky se deleitarán con la experiencia del whisky escocés, mientras que los teatros, los museos, los animados pubs y los restaurantes dan vida a la ciudad. Para disfrutar de unas vistas impresionantes, Calton Hill ofrece una vista panorámica de calles históricas y colinas lejanas. La mezcla de historia, cultura y energía vibrante de Edimburgo la convierte en un destino imperdible para todos los viajeros.