Dotando el océano Índico, la isla de Praslin es la segunda isla más grande de las islas de las Seychelles y cuenta con un ambiente tranquilo y relajado. El paisaje de la isla, que se extiende por casi 40 kilómetros cuadrados, cuenta con una exuberante selva tropical, rodeada de prístinas playas mundialmente famosas bañadas por aguas turquesas cristalinas. Según la leyenda local, la isla sirvió como escondite pirata a lo largo del siglo XVIII, y hoy es un destino turístico popular. Praslin es el hogar del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Reserva Natural del Vallee de Mai, con sus plantaciones de antiguas palmeras de coco de mer que producen las semillas más grandes de el reino vegetal. Las actividades más populares incluyen: avistamiento de tortugas y tortugas, snorkel, buceo y paseos en barco.