Aunque tiene un tamaño similar al de la vecina isla Unguja, Pemba está mucho menos desarrollada y es menos turística. Como resultado, esta isla paradisíaca tiene una sensación extraordinariamente remota, auténtica y virgen, y la costa está bordeada de magníficos manglares y playas aisladas. Conocida en todo el este de África como un centro para practicar y aprender las antiguas artes de la curación tradicional africana, la isla tiene una historia rica y fascinante que los simpáticos lugareños parecen deseosos de compartir con los visitantes. Pemba alberga tres ciudades principales y cuenta con una amplia gama de atracciones. Pase sus días explorando los bosques autóctonos de Ngezi y Ras Kiuyu, ambos rebosantes de una abundancia de aves y vida silvestre inusuales; bucee en las aguas cristalinas (hogar de una variedad de vida marina, como mantas y tortugas), o explore las increíbles ruinas de Ras Mkumbuu, que se remontan al 11° siglo.