Situada frente a la costa de Dakar, en Senegal, la pequeña isla de Goree, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famosa por su pintoresco paisaje, su importante historia y su atmósfera única. La colorida isla está rodeada de aguas cristalinas de color turquesa, y sus costas están bordeadas de hermosas playas intercaladas con puertos llenos de barcos de pesca que se balancean, creando escenas idílicas y fotogénicas. La isla desempeñó un papel importante en la trata de esclavos en el Atlántico, y ahora utiliza esta historia para crear conciencia y educación con visitas culturales y un museo. La isla de Goree también alberga varios otros centros históricos, como el Museo Histórico IFAN, que ofrece información sobre el patrimonio de la isla (y de la región) que se remonta al siglo V. Sin carreteras asfaltadas, la isla respira una calidad meditativa, enriquecida por la abundancia de artistas activos que viven allí y por una serie de encantadores estudios de arte.