Se cree que este impresionante yacimiento arqueológico Inca, situado en lo alto de una colina a las afueras de la ciudad de Cuzco, sirvió para un doble propósito como templo y fortaleza. Como muchos otros complejos incas, está construido a partir de piedras grandes, cuidadosamente elaboradas para encajar firmemente entre sí sin el uso de mortero. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983.