Dominando el horizonte de Viena (Austria), la catedral de San Esteban, también conocida como Stephansdom, se erige como una obra maestra arquitectónica y un símbolo perdurable de la fe, la historia y el patrimonio cultural de la ciudad. Esta impresionante catedral gótica es un faro de espiritualidad y un testimonio de la destreza artística de los artesanos medievales que le dieron vida. Al entrar en la catedral de San Esteban, los visitantes quedan inmediatamente cautivados por su llamativa e intrincada fachada. La imponente Torre Sur de la catedral se eleva a 136 metros (446 pies) y ofrece vistas panorámicas de Viena desde su plataforma de observación para quienes se atrevan a subir sus 343 escalones. Las paredes de piedra y las estatuas intrincadamente talladas que adornan el exterior de la catedral de San Esteban cuentan historias de personajes bíblicos, santos y acontecimientos históricos, e invitan a la contemplación y al asombro.