Encaramado en lo alto de una colina con vistas al impresionante Golfo de Túnez, Sidi Bou Said es una obra maestra arquitectónica con sus pintorescas casas blancas y ventanas azules. Sus calles y callejones empedrados están repletos de encantadores cafés, restaurantes tunecinos y pequeñas galerías de arte, lo que lo convierte en un destino popular para los visitantes que buscan empaparse de la cultura local. El Palacio Ennejma Ezzahra, de principios del siglo XX, es una atracción destacada, con impresionantes arcos, estuco ornamentado e intrincados azulejos estampados. La histórica casa de Dar El Annabi es otro sitio de visita obligada, con figuras de cera vestidas con trajes tradicionales. Con un puerto deportivo y una playa de arena cerca, Sidi Bou Said es el destino perfecto para quienes buscan una mezcla de cultura y relajación.