El icónico Taj Mahal no es sólo una obra maestra de arquitectura, un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo, sino también el legado duradero de una historia de amor real. Fue encargado en el siglo XV por el emperador mogol Shah Jahan después de la muerte de su tercera esposa favorita, Mumtaz Mahal, para servir como su último lugar de descanso y símbolo de su afecto eterno por ella. Combinando elementos de diseño islámico, persa, turco otomano e indio, es una impresionante estructura de elegantes cúpulas y mármol blancos, que cambia de color junto con la luz: rosa al amanecer, blanca nacarada por la tarde y plata-oro en la luna llena.