Ubicado a una altitud de 2200 metros sobre el nivel del mar, Paro es la puerta de entrada a la hermosa Bután. Los aviones hacen una vista incongruente, volando bajo mientras se preparan para aterrizar en este oasis del Himalaya, hogar de muchos de los templos y monasterios más antiguos de Bután. Descansando a orillas del río Paro, hay mucho que observar en esta ciudad tradicional, desde pintorescas casas de campo dispersas por todo el valle hasta arrozales en terrazas de color verde esmeralda. Tanto para los amantes de las actividades al aire libre como para los que buscan aventuras, una excelente excursión de un día es caminar hasta el famoso Templo del Nido del Tigre, en la cara de un acantilado escarpado de 1000 metros de altura. Este aclamado templo alberga el Museo Nacional, que muestra cientos de artefactos y obras de arte antiguas de Bután. Se recomienda hacerlo al final del viaje, una vez que los viajeros se hayan aclimatado.